Cuentan que hace muchísimos años en la vereda de Toquilla existía un duende que se robaba los niños que estaban sin bautizar.
Estos se podían volver visibles e invisibles y cuando las mamás se iban a traer leña y dejaban a los niños solos en las hamacas se volvían invisibles y se los robaban.
Entonces los ocultaban en las riberas del rió Cusiana en los montes del cerro negro o en cueva antigua de Peña Negra.
Para encontrarlos tenian que ir donde un sabio y luego ir donde el sacerdote y llevar cosas bendecidas.
Cuando encontraban a los niños los encontraban llenos de flores, de juguetes y de galletas que el duende se robaba de las fiestas de los pueblos cuando se volvían invisibles.
Autor: Yesika Fabiola Riveros Moreno
No hay comentarios:
Publicar un comentario