Halló la única manera de escribir cartas en las hojas de los arboles y enviarlas por el río abajo paso mucho tiempo y la muchacha seguía escribiendo cartas, un buen día se fue la mamá a lavar la ropa al rió miro tantas hojas que bajaban flotando, le dio mucha curiosidad y cogió unas.
En las hojas decía : Mamá estoy en la montaña quiero que vengan por mi estoy aburrida, el duende me alimenta con golosinas, la mamá rápidamente se fue a la montaña y desde luego la llevo a casa.
Autor: Yeferson Dubán Gutierrez A
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